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"And whosoever shall give to drink to one of these little ones a cup of cold water only in the name of a disciple, amen I say to you, he shall not lose his reward." Matthew 10:42
The Revelations of St. Bridget
Book 1 - Chapter 6 (English)My enemies are like the most violent beasts that can never be filled or have rest. Their heart is so empty of my love that they never allow the thought of my suffering into it; and not once has a word like this been uttered by their inmost heart: “O Lord, you have redeemed us, may you be praised for your bitter suffering!” How could my Spirit remain with the people who have no divine love for me, and who willingly betray others in order to satisfy their own will? Their heart is full of vile worms, that is, full of worldly desires. The devil has left his filth in their mouths, and that is why my words do not please them.
[St. Bridget, Book 1 - Chapter 6]
Therefore, I will sever them from my friends with my saw, and just as there is no more bitter way to die than to be sawn asunder, so there will not be a punishment in which they will not partake. They will be sawn in two by the devil and separated from me! They are so abhorrent to me that all who cling to them and agree with them will also be severed from me.
[St. Bridget, Book 1 - Chapter 6]
Therefore, I send out my friends in order that they might separate the devils from my members, for they are truly my enemies. I send my friends like knights to war. Anyone who mortifies and subdues his flesh and abstains from forbidden things is my true knight. For their lance, they will have the words that I spoke with my own mouth and, in their hands, the sword of the true faith. Their breasts will be covered with the armor of love, so that no matter what happens to them, they will love me no less. They shall have the shield of patience at their side, so that they may suffer and endure all things patiently. I have enclosed them like gold in a vessel; they should now go forth and walk in my ways.
According to the ways of justice, I could not enter into the glory of majesty without suffering tribulation in my human nature, so then, how else will they enter into it? If their Lord endured pain and suffering, it is not surprising that they also suffer. If their Lord endured beatings and torture, it is not too much for them to endure words and contradictions. They should not fear, for I will never abandon them. Just as it is impossible for the devil to touch and divide the heart of God, so it is impossible for the devil to separate them from me. And since they are like the purest gold in my sight, I will never abandon them, even though they are tested with a little fire, for the fire is given to them for their greater reward and happiness.
Las Revelaciones de Santa Brígida
Libro 1 - Capítulo 1 (Español)Yo soy el Creador del Cielo y de la tierra, uno en divinidad con el Padre y el Espíritu Santo. Yo soy el que habló a los profetas y patriarcas, y a quien ellos esperaban. Para cumplir sus deseos y de acuerdo con mi promesa, tomé carne sin pecado ni concupiscencia, entrando en el cuerpo de la Virgen, como el brillo del sol a través de un clarísimo cristal. Igual que el sol no daña al cristal entrando en él, tampoco se perdió la virginidad de mi Madre cuando tomé la humana naturaleza. Tomé carne pero sin abandonar mi divinidad.
No fui menos Dios, todo lo gobernaba y abastecía con el Padre y el Espíritu Santo, pese a que, con mi naturaleza humana, estuve en el vientre de la Virgen. Igual que el resplandor nunca se separa el fuego, tampoco mi divinidad se separó de mi humanidad, ni siquiera en la muerte. Lo siguiente que deseé para mi cuerpo puro y sin mancha fue ser herido desde la planta de mis pies hasta la coronilla de mi cabeza, por los pecados de todos los hombres, y ser colgado en la Cruz. Ahora mi cuerpo se ofrece cada día en el altar, para que las personas puedan amarme más y recordar mis favores con más frecuencia.
[Santa Brígida, Libro 1 - Capítulo 1]Ahora, sin embargo, estoy totalmente olvidado, ignorado y despreciado, como un rey desterrado de su reino en cuyo lugar ha sido elegido un perverso ladrón al que se colma de honores. Yo quise que mi reino estuviera dentro del ser humano, y por derecho yo debería ser Rey y Señor de él, dado que Yo lo creé y lo redimí. Ahora, sin embargo, él ha roto y profanado la fe que me prometió en el bautismo. Ha violado y rechazado las leyes que establecí para él. Ama su propia voluntad y despectivamente se niega a escucharme. Encima, exalta al más malvado de los ladrones, el demonio, por encima de mí y en él deposita su fe.
El demonio es realmente un ladrón porque, debido a sus perversas tentaciones y falsas promesas, roba para sí mismo al alma humana que Yo redimí con mi propia sangre. Y aunque se lleva a las almas, esto no se debe a que él sea más poderoso que Yo, pues Yo soy tan poderoso que puedo hacer todo mediante una sola palabra, y soy tan justo que no cometería la más mínima injusticia ni aunque me lo pidieran todos los santos.
[Santa Brígida, Libro 1 - Capítulo 1]Sin embargo, ya que el hombre, al que se ha dado libre albedrío, desprecia voluntariamente mis mandamientos y consiente al demonio, entonces es justo que también experimente la tiranía del demonio. El demonio fue creado bueno, pero cayó debido a su perversa voluntad y ha quedado como un verdugo para infligir su retribución a los pecadores. Pese a que ahora soy tan menospreciado, aún soy tan misericordioso que perdonaré los pecados de cualquiera que pida mi misericordia y se humille a sí mismo, y lo liberaré del perverso ladrón. Pero aplicaré mi justicia sobre aquellos que perseveren en menospreciarme, y los que la oigan temblarán, mientras que los que la experimenten dirán: ‘¡Ay de nosotros, que fuimos nacidos o concebidos! ¡Ay, que hemos provocado la ira del Señor de la majestad!’.
Pero tú, hija mía, a quien he elegido para mí y con quien hablo en el Espíritu, ¡ámame con todo tu corazón, no como amas a tu hijo o a tu hija o a tus padres sino más que cualquier cosa en el mundo! Yo te creé y no evité que ninguno de mis miembros sufriera por ti. Aún amo tanto a tu alma que, si fuera posible, me dejaría ser de nuevo clavado en la cruz antes que perderte. Imita mi humildad: Yo, que soy el Rey de la gloria y de los ángeles, fui vestido de pobres harapos y estuve desnudo en el pilar mientras mis oídos oían todo tipo de insultos y burlas. Antepón mi voluntad a la tuya porque mi Madre, tu Señora, desde el principio hasta el final, nunca quiso nada más que lo que yo quise. Si haces esto, entonces tu corazón estará con el mío y lo inflamaré con mi amor, de la misma forma que lo árido y seco se inflama fácilmente ante el fuego.
Tu alma estará llena de mí y Yo estaré en ti, todo lo temporal se volverá amargo para ti, y el deseo carnal te será como el veneno. Descansarás en mis divinos brazos, donde no hay deseo carnal sino sólo gozo y deleite espiritual. Ahí, el alma, colmada tanto interior como exteriormente, está llena de gozo, no pensando en nada ni deseando nada más que el gozo que posee. Por ello, ámame sólo a mí y tendrás todo lo que desees en abundancia. ¿No está escrito que el aceite de la vida no faltará hasta el día en que el Señor envíe lluvia sobre la tierra según las palabras del profeta? Yo soy el verdadero profeta. Si crees en mis palabras y las cumples, ni el aceite ni el gozo ni la alegría te faltarán jamás en toda la eternidad.
[Santa Brígida, Libro 1 - Capítulo 1]Objawienia Świętej Brygidy
Księga Pierwsza - Rozdział 1 (Polski)Jam jest Stworzyciel Nieba i ziemi, Jeden w Bóstwie z Ojcem i z Duchem Świętym. Ja jestem, który do Proroków i Patriarchów mówiłem i którego oni oczekiwali. Dla których pragnienia, według obietnicy mojej, wziąłem Ciało bez grzechu i pożądliwości, wstępując do wnętrzności Panieńskich jak słońce świecące przez kryształ najczystszy; a jako słońce szkło przenikając, żadnej zmazy w nim nie czyni ani obraża, tak i Dziewictwo Panny w przyjęciu Człowieczeństwa mego jest nienaruszone.
Ja bowiem tak się z ciałem zjednoczyłem, abym Bóstwa nie odłączał. I nie byłem mniejszy w Bóstwie z Ojcem i Duchem Świętym, wszystkim rządząc i wszystko napełniając, choć w Łonie Dziewiczym przebywałem, z Człowieczeństwem. Bo jako jasność nie może być nigdy oddzielona od ognia, tak Bóstwo moje nigdy od Człowieczeństwa nie jest oddzielone, ani nawet przy śmierci. Potem chciałem, aby Ciało moje od grzechu najczystsze za grzechy świata od stóp aż do wierzchu głowy było poszarpane i na Krzyżu przybite. To Ciało co dzień na Ołtarzu jest ofiarowane, aby tym więcej mnie człowiek miłował i dobrodziejstwa moje częściej rozpamiętywał.
Ale teraz we wszystkim jestem zapomniany, zaniedbany i wzgardzony, i jako Król z własnego Królestwa wygnany, a na to miejsce łotr najgorszy jest obrany i uczczony. A na koniec chciałem mieć swoje Królestwo w człowieku i nad nim według prawa miałem być Królem i Panem, bom go stworzył i odkupił. Lecz teraz wiarę, którą mi na Chrzcie obiecał, złamał, a ustawami moimi i Prawem, które mu podałem, wzgardził. Kocha się w woli własnej, a mnie słuchać pogardza. Nadto i najgorszego łotra, czarta, nade mnie przedkłada i jemu wiarę swoją daje, który prawdziwie łotrem jest, bo duszę człowieka, którą Krwią moją odkupiłem, przez złe poduszczenie i fałszywe obietnice do siebie porywa.
[Święta Brygida, Księga Pierwsza - Rozdział 1]
A nie dlatego ją chwyta, jakoby był potężniejszy nade mną, bo jestem tak mocny, że wszystko mogę jednym słowem. Tak sprawiedliwy też jestem, że nic przeciwko sprawiedliwości nie uczynię, choćby mnie i wszyscy Święci prosili. Ale ponieważ człowiek wolnym rozumem jest obdarzony, dobrowolnie gardząc moim Przykazaniem, czartowi przyzwala. Dlatego słuszna to rzecz, aby człowiek na sobie doznał jego tyraństwa. Bo i sam czart dobry przeze mnie został stworzony, ale przez swą złą wolę upadłszy, jako sługa mój jest na pomstę złych ludzi.
[Święta Brygida, Księga Pierwsza - Rozdział 1]
Ale chociaż teraz tak wzgardzony jestem, jednak tak miłosierny, że którzykolwiek miłosierdzia by mego prosili z pokorą, odpuszczę im, czego się dopuścili i od niezbożnego łotra ich wybawię. A którzy zaś w pogardzie mojej trwać będą, pokażę nad nimi moją sprawiedliwość tak, że słysząc będą drżeć, a którzy doznają, mówić będą: ‘Biada nam, żeśmy kiedy Pana Majestatu do gniewu przywiedli’.
Ty tedy, Córko moja, którą ja obrałem sobie, do której Duchem moim mówię, miłuj mnie całym sercem, nie jak rodzice córkę albo syna, ale więcej niż co najmilszego na świecie. Bo ja, który cię stworzyłem, członkowi żadnemu nie przepuściłem na mękę dla ciebie. I jeszcze tak miłuję duszę twoją, że drugi raz, gdyby można, dałbym się ukrzyżować. Naśladujże pokorę moją, albowiem ja Król chwały i Aniołów, podło odziany byłem, do słupa nago przywiązany, wszystkie zelżywości i pośmiewiska ponosiłem w uszach moich. Przełóżże wolę moją nad wolę twoją. Albowiem Matka moja, a Pani twoja, od początku aż do końca nigdy nic innego nie chciała, tylko co się woli mojej podobało. Jeśli to uczynisz, wtedy serce twoje będzie w Sercu moim i rozżarzy się miłością moją. A jak suche drzewo od ognia łatwo się zapala, tak dusza twoja będzie zapalona i napełniona ode mnie, i ja będę w tobie, a tak wszystkie rzeczy doczesne staną się tobie gorzkimi i wszelka rozkosz cielesna stanie się tobie trucizną. Odpoczniesz na ramieniu Bóstwa mego, gdzie nie masz żadnej rozkoszy cielesnej, ale wesele i radość duchowa, którymi ucieszona dusza od wewnątrz i na wierzchu pełna jest radości i wesela, i nic innego nie myśli ani pragnie, jak tylko radości które ma. Miłujże tedy mnie, Boga samego, a wszystko otrzymasz, czego pragniesz i będziesz w tym obfitowała. I czyż nie napisano, że olej u wdowy nie ustał, aż Pan Bóg dał deszcz na ziemi według słowa proroka? Ja jestem prawdziwy Prorok, jeśli słowom moim wierzyć będziesz i je wypełnisz, olej i wesele, i radość nigdy ci nie ustaną aż na wieki.”
Le Rivelazioni di Santa Brigida
Libro 7 - Capitolo 30 (Italiano)Vidi un gran Palazzo, simile al Cielo sereno, nel quale c'era l'esercito della milizia celeste, innumerevole come gli atomi del sole e fulgido come i suoi raggi. Nel Palazzo sedeva su di un trono meraviglioso il Signore, simile ad un uomo di incomparabile bellezza e di immensa potenza, le cui vesti erano meravigliose e d'una luce abbagliante. Davanti a Colui che sedeva sul trono, stava una Vergine, più splendente del sole, riverita e onorata da tutti i presenti della milizia celeste, come loro Regina.
Colui che sedeva sul trono aprì la bocca e disse: Udite, voi tutti nemici miei, viventi nel mondo, poiché non parlo agli amici miei, che fanno la mia volontà. Udite, voi tutti, Chierici, Arcivescovi e Vescovi e voi tutti d'ogni grado inferiore della Chiesa. Udite, voi tutti, Religiosi, di qualunque Ordine siate. Udite, o Re e Principi e Giudici della terra e tutti gli Inservienti. Udite, donne, Regine e Damigelle e voi tutti, di qualunque condizione e grado, grandi e piccoli, che abitate il mondo, ascoltate queste parole, che Io stesso, vostro Creatore, a voi ora rivolgo.
[Santa Brigida, Libro 7 - Capitolo 30]
Ecco, io mi lamento che vi siete da me allontanati e dati al diavolo mio nemico, voi avete abbandonato i miei comandamenti e seguite la volontà del diavolo e obbedite alle sue suggestioni, non pensate ch'io sono l'immutabile ed eterno Dio, vostro Creatore. Venni dal Cielo alla Vergine, da Lei assumendo la carne e ho vissuto con voi. Io in me stesso vi ho aperto la via e vi ho dato i consigli, con i quali andare al cielo. Io fui denudato e flagellato e coronato di spine e tanto stirato sulla croce che quasi tutti i nervi e le giunture del mio corpo furono staccati. Io ho sopportato tutte le ingiurie e l'ignominiosissima morte e l'amarissima ferita al mio cuore per la vostra salvezza.
A tutto questo, o miei nemici, voi non fate attenzione, perché siete stati ingannati. Perciò portate il giogo e il peso del diavolo con falsa gioia e non sapete né sentite queste parole, prima che arrivi lo smisurato dolore. Né vi basta questo, ma è tanta la vostra superbia che, se poteste porvi sopra di me, lo fareste volentieri. E tanta è in voi la voluttà della carne, che volentieri preferireste far senza di me, piuttosto di lasciare il disordine della vostra voluttà. E poi la cupidigia vostra è insaziabile, come un sacco senza fondo, perché non v'è niente che possa soddisfarla.
[Santa Brigida, Libro 7 - Capitolo 30]
Giuro perciò – per la Divinità mia – che se morirete nello stato in cui vi trovate, mai vedrete il mio volto. Ma, per la vostra superbia, sprofonderete giù nell'inferno, in modo che tutti i diavoli vi saranno addosso per tormentarvi desolatamente. Per la lussuria poi sarete ricolmi d'un diabolico veleno. E per la cupidigia vostra sarete saziati di dolori e angustie e soffrirete ogni male che è nell'inferno.
O nemici miei, abominevoli e ingrati e degeneri, io sembro a voi come un verme morto nell'inverno, perciò fate tutto ciò che volete e prosperate. Per questo sorgerò contro di voi nell'estate e allora piangerete e non scamperete alla mia mano. Tuttavia, o nemici, poiché vi ho redenti col sangue mio e non chiedo che le vostre anime, tornate umilmente ancora a me e di buon grado vi accoglierò come figliuoli. Scuotete da voi il pesante giogo del diavolo e ricordatevi dell'amor mio e nella coscienza vostra vedrete che io sono soave e mansueto.
As Revelações de Santa Brígida
Livro 1 - Capítulo 11 (Português)O Filho de Deus se dirigiu a sua esposa, dizendo: “Sou o Criador do Céu e da terra, e o que se consagra no altar é meu verdadeiro corpo". Ama-me com todo teu coração, porque eu te amei e me entreguei a meus amigos por minha própria e livre vontade, enquanto meus amigos e minha Mãe caiam em amarga dor e pranto.
Quando vi a lança, os cravos, as correias e todos os demais instrumentos de minha paixão ali preparados, ainda assim fiquei a sofrer com alegria. Quando minha cabeça sangrava por todas as partes a partir da coroa de espinhos, mesmo que meus inimigos se apoderassem de meu coração, desejaria que o ferissem e o desprezassem, ao invés de perder-te.
[Santa Brígida, Livro 1 - Capítulo 11]Portanto serias muito ingrata se, em correspondência a tanta caridade, não me amasses. Se minha cabeça foi perfurada e se inclinou na cruz por ti, também tua cabeça deveria inclinar-se até a humildade. Já que meus olhos estavam ensanguentados e cheios de lagrimas, teus olhos deveriam abster-se de visões agradáveis a teus olhos. Se meus ouvidos se cobriram de sangue e ouvi palavras de zombaria contra mim, teus ouvidos teriam que abster-se das conversas frívolas e inoportunas.
Ao se ter dado bebida amarga à minha boca e negado uma doce, preserve a tua boca do mal e deixa que se abra para o bem. Posto que minhas mãos foram estendidas e cravadas, que as obras simbolizadas por tuas mãos se estendam aos pobres e aos meus mandamentos. Que teus pés, ou sejam, teus atos, com os quais deves caminhar até mim, sejam crucificados aos deleites de maneira que, da mesma forma que sofri em todos meus membros, também todos os teus membros estejam dispostos a obedecer-me. Pe��o mais serviços para ti do que para outros porque te dei uma maior graça”.
[Santa Brígida, Livro 1 - Capítulo 11]Révélations Célestes de Sainte Brigitte
Livre 7 - Chapitre 30 (Français)J’ai vu un grand palais semblable à un ciel serein, dans lequel étaient les compagnies célestes comme des atomes innombrables et reluisants quand le soleil les touche. En ce palais admirable était un trône éminent sur lequel était assise une personne d’une beauté incompréhensible et d’une puissance démesurée, les vêtements de laquelle étaient d’un éclat extraordinaire et d’une clarté non encore vue. Et une Vierge était debout devant ce trône, laquelle était honorée de tous les citoyens célestes comme Reine des cieux.
Mais celui qui était assis sur le trône dit : Oyez, vous tous, mes ennemis, qui vivez au monde, car je ne parle point à mes amis qui suivent mes volontés. Oyez, ô tous, prêtres, évêques, archevêques, et tous les degrés inférieurs de l’Église. Oyez, ô religieux de quelque ordre que ce soit. Oyez, ô rois, ô princes et juges de la terre, et tous les serviteurs. Oyez, ô reines et princesses, maîtresses et servantes, et tous, de quelque qualité et condition que vous soyez, petits et grands qui habitez le monde, oui, oyez les paroles que je vous dis maintenant, moi qui vous ai créés. Je me plains de ce que vous vous êtes retirés de moi, et avez donné la foi au diable, mon ennemi; vous avez laissé mes commandements et avez suivi les volontés de Satan; vous avez obéi à ses suggestions, ne considérant point que je suis Dieu immuable, éternel et votre Créateur, qui suis descendu du ciel aux flancs de la Sainte Vierge et ai conversé avec vous. Je vous ai ouvert la voie par moi-même, et vous ai montré les conseils par lesquels vous monteriez au ciel.
[Sainte Brigitte, Livre 7 - Chapitre 30]
J’ai été nu, flagellé, méprisé, couronné d’épines, et tiré si fortement en la croix que tous mes membres furent desemboîtés; j’ai ouï tous les opprobres et ai souffert une mort contemptible, une douleur continuelle et une douleur trop amère pour votre salut. Vous, ô mes ennemis, vous ne prenez pas garde à toutes ces choses, d’autant que vous êtes trompés; c’est pourquoi vous portez le joug et la charge du diable, avec une suavité fallacieuse, et vous ne savez ni ne ressentez la douleur qui vous opprimera sans fin; ni ces choses ne vous suffisent point, car votre superbe est si grande que si vous pouviez monter au-dessus de moi, vous le feriez franchement.
[Sainte Brigitte, Livre 7 - Chapitre 30]
Votre volupté charnelle vous est si chère que vous aimeriez mieux être séparés de moi que d’être privés d’elle. D'ailleurs, votre cupidité est insatiable comme un sac troué, car il n’y a rien qui puisse assouvir vos cupidités. Partant, je jure en ma Divinité que, si vous mourez en l'état où vous êtes, vous ne verrez jamais ma face, mais vous serez si profondément submergés en enfer, que tous les diables seront sur vous, vous affligeant sans consolation aucune; à raison de votre luxure, vous serez remplis d’un venin très-horrible et diabolique; pour la cupidité, vous regorgerez de douleur, d’angoisses, et serez participants de tous les maux qui sont en enfer.
O mes ennemis abominables, ingrats et dégénérés, je vous vois comme des vers morts en l’hiver, c’est pourquoi vous faites ce que vous voulez et y prospérez; c’est pourquoi je me lèverai en été, et lors vous garderez le silence et vous n’échapperez pas de mes mains. Mais, ô mes ennemis, d'autant que je vous ai rachetés par mon sang et que je ne recherche rien que vos âmes, partant, retournez encore à moi avec humilité, et je vous recevrai gratuitement comme des enfants; secouez le joug pesant de Satan, et souvenez-vous de mon amour, et vous verrez en votre conscience que je suis bon et doux.
Heliga Birgittas Uppenbarelser
Bok 7 - Kapitel 30 (Svenska)Jag såg ett stort slott, likt den klara himmelen. Där var en himmelsk härskara, oräknelig såsom solgranden, och den strålade såsom solens strålar. I slottet satt på en underbar tron en mansperson av obegriplig skönhet, en oändligt mäktig herre, vars kläder voro sällsamma och av outsäglig klarhet. Bredvid honom, som satt på tronen, stod en jungfru, som strålade klarare än solen; hela den himmelska härskara, som var närvarande, hedrade henne som himmelens drottning. Och han, som satt på tronen, upplät sin mun och sade: »Hören, I alla mina ovänner, som leven i världen, ty till mina vänner, som följa min vilja, talar jag icke. Hören, I alla klerker, ärkebiskopar, biskopar och alla Kyrkans lägre ämbetsmän!
Hören, I alla renlevnadsmän, av vad orden I än månden vara! Hören, I konungar, furstar och domare på jorden samt alla I, som tjänen! Hören, I kvinnor, drottningar, furstinnor och alla fruar och tjänarinnor, ja alla, vad stånd och levnadsställning I än månden tillhöra, stora och små, som bebyggen världen, hören dessa ord, som jag, vilken skapat eder, nu talar till eder! Jag klagar över att I haven vikit bort ifrån mig och givit eder tro åt min ovän djävulen, att I haven övergivit mina bud, följen djävulens vilja och lyden hans ingivelser. I tänken icke på, att jag, den oföränderlige och evige Guden, eder Skapare, steg ned från himmelen till en jungfru och tog kött av henne samt vandrade bland eder.
[Heliga Birgitta, Bok 7 - Kapitel 30]
Jag banade ju genom mitt eget exempel vägen för eder och visade eder, hur I skullen gå till himmelen. Jag blev avklädd, gisslad, törnekrönt och så hårt utsträckt på korset, att nästan alla senor och leder i kroppen brusto. Jag hörde all smälek och utstod den föraktligaste död och det bittraste hjärteve för eder frälsnings skull. Allt detta given I, mina ovänner, icke akt på, ty I ären bedragna. I bären djävulens ok och börda med all dess bedrägliga sötma, men I veten det ej och kännen det ej, förrän en oändlig sorg, förorsakad av denna gränslösa börda, nalkas eder. Men detta är eder icke nog, utan så stort är edert övermod, att om I kunden stiga högre än jag, så skullen I gärna göra det. Och så stor är eder köttsliga lusta, att I hellre viljen undvara mig än övergiva eder oordnade begärelse. Eder vinningslystnad är omättlig liksom en säck med hål i bottnen, ty det finns intet som kan mätta den.
[Heliga Birgitta, Bok 7 - Kapitel 30]
Därför svär jag vid min gudom, att om I dön i det tillstånd, i vilket I nu ären, så skolen I aldrig få se mitt ansikte, utan för edert högmod skolen I sänkas så djupt i helvetet, att alla djävlar skola vara över eder, otröstligt pinande eder; för eder kättja skolen I fyllas med förfärligt, djävulskt gift, och för eder vinningslystnad skolen I fyllas med smärta och ångest och bliva delaktiga av allt ont som finns i helvetet. O mina ovänner, leda, otacksamma och vansläktade, I tycken mig vara såsom en död mask om vintern, och därför gören I vad I viljen och haven framgång.
Fördenskull skall jag stå upp om sommaren, och då skolen I förstummas och icke kunna undfly min hand. Dock har jag, o mina ovänner, återlöst eder med mitt blod, och jag begär ingenting annat än edra själar. Återvänden därför till mig med ödmjukhet, så skall jag nådeligen taga emot eder såsom barn. Kasten av eder djävulens tunga ok, kommen ihåg min kärlek och skåden i edert samvete, att jag är ljuv och mild.»